¿Qué hacer? > Medicina casera > Plantas medicinales
Aquí vienen en orden alfabético algunas plantas medicinales. Su uso es la fitoterapia.
Tenemos que tener en cuenta que las propiedades de las plantas no están siempre comprobadas científicamente. A menudo se basan en experiencias. Eso puede significar que en diferentes sociedades se le atribuyen diferentes propiedades a la misma planta.
Otro punto que tomar en cuenta es que una planta que funciona contra una enfermedad en una persona, no funciona necesariamente en otra. Cada persona es un mundo. Factores como las expectativas y el efecto placebo, la situación física y mental, también la proveniencia de la planta pueden influir en los efectos.
Además toma en cuenta que las plantas medicinales no son una cosa aislada. Si tienes poca actividad física, sudas poco, fumas mucho y tienes una alimentación desequilibrada, no esperes milagros de una plantita. Mejor toma en consideración un cambio de tu estilo de vida.
Menciono plantas que podemos encontrar en la naturaleza, plantas que podemos cultivar nosotros si tenemos terreno y también plantas que tenemos que comprar.
Menciono hasta plantas que no son para el uso casero, que pertenecen tan solo en las manos de expertos.
Tengo que acentuar que no soy experto de fitoterapia. Sí que soy etnobotánico.
La fitoterapia no se puede tomar siempre a la ligera. Claro que puedo recomendar algunas plantas inofensivas como el romero o la ortiga. Ya a la hora de recomendar las mentas, entra la importante contraindicación de que su uso por vía interna no es apto para mujeres embarazadas.
He publicado en dos revistas (una de público y una técnica) artículos etnobotánicos sobre el cáñamo como planta medicinal. Está claro que tiene muchas propiedades, no cabe duda, pero también tuve que mencionar unas cuantas contraindicaciones. Yo no puedo tomar la responsabilidad de aconsejar a alguien el uso medicinal de la marihuana, para eso hace falta un fitoterapeuta que conozca bien los métodos de aplicarla de forma segura, todas las contraindicaciones y que sea empático con la personalidad del paciente. Otra cosa sería aplicarla en mí mismo, allí me atrevería a tomar la responsabilidad.
Sobre las plantas medicinales sé decir -también a base de algo de etnomedicina que aprendí en la universidad- que sus propiedades dependen no solo de su química sino también del contexto social de su uso, de las tradiciones locales y de las expectativas del paciente (efecto placebo). Además hay mucha ideología detrás (como también en la alimentación). Se pueden encontrar informaciones contradictorias sobre una misma planta. Así lo que dicen las ancianas, tampoco es la verdad absoluta pero seguro que tiene mucha verdad en el contexto local, debido a unas experiencias de siglos.
Hay muchas plantas medicinales que son muy delicadas, que pueden ser peligrosas si usadas mal. Y por lo general yo no me atrevo a recomendarlas porque no sé lo suficiente sobre las dosificaciones. Tomemos un ejemplo, la Kalanchoe. Se ha mostrado científicamente que algunos táxones de ese género tienen cierta propiedad anticancerígena. Eso no significa, desde luego, que cualquier Kalanchoe tomada de cualquier manera y en cualquier cantidad sea eficaz contra cualquier tipo de cáncer en cualquier persona. Creer eso sería infantil. La realidad es más compleja, también el cuerpo humano. Esa planta tiene cierta toxicidad y hay que aplicarla con mucha precaución, hay que saber bien las preparaciones, las dosificaciones y las contraindicaciones. Y yo no las sé.
Hace poco leí de una mujer que se envenenó con Kalanchoe porque la recomienda un negociante catalán que vende tales plantas sin hablar de las contraindicaciones. Uno de los charlatanes que ofrecen soluciones sencillas para problemas complejos y justo por eso tiene muchos seguidores entre la gente inculta (por suerte solo la gente inculta). Ese hombre se aprovecha de que mucha gente está harta del sistema sanitario de España y por eso es muy perceptiva para cualquier alternativa por poco alternativa que sea.
Por favor, usa las plantas medicinales con la prudencia adecuada.
ABC de las plantas medicinales
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