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Para el uso externo, una buena aplicación es la pomada que se aplica sobre la piel. Suele estar hecha a base de aceites o grasas. También se llama ungüento si lleva grasas. La diferenciación entre pomada y ungüento no se hace uniformemente.
La receta básica es de un aceite y un 18-30% de grasa según la textura deseada, calentando los ingredientes en el baño maría hasta que se puedan mezclar.
El aceite más usado es el aceite de oliva, se usa también el aceite de girasol, de sésamo, de cacahuete (parcialmente hidrogenado, por eso no tan aconsejable), de coco, de argán, de almendra, de aguacate y otros.
El otro ingrediente a menudo es cera de abeja. Otras opciones son manteca de karité, aceite grasa de pollo, manteca de cerdo, grasa de ave (oca/ganso o gallina) y aceite de uña bovina. Junto a la cera de abeja a veces se usa lanolina (de oveja).
Algunas fuentes recomiendan aceite de palma. Por razones ecológicas, ése es de rechazar.
Se pueden añadir aceites esenciales por el olor. A veces se añade alcanfor para estimular la circulación. El método recomendado es poner un poco del aceite esencial en el bote antes de verter la pomada y luego remover.
Si lo que uno desea, son las propiedades de otra planta y no de uno de estos aceites, se hace una maceración en aceite de esa planta.
Se prepara por ejemplo el llamado aceite de hipérico: Se pone hipérico (las partes aéreas o solo las flores) en aceite de oliva y se deja macerar durante 6-8 semanas, expuesto a la luz. Después se cuela el aceite para quitar las plantas y el aceite se mezcla con la cera. La pomada de hipérico es buena como bálsamo de pecho para los bronquios y para tratar heridas.
Se hace lo mismo con otras plantas como por ejemplo menta, caléndula o consuelda. Pero se deja macerar solo 3-4 semanas. La pomada de menta se usa para combatir el dolor de cabeza.
De esta misma manera se puede hacer una pomada de varias hierbas para curar diferentes problemas de la piel, con flores de árnica, hojas de tusílago y hojas de llantén (común o mayor).
En algunos casos como la caléndula puede ser recomendable usar aceite de girasol en vez de oliva para que penetre mejor en la piel.
Otra receta para una pomada de caléndula para la piel: se hace hervir el aceite (de oliva o de girasol) a fuego lento con los capítulos de la planta durante unos veinte minutos y después se cuela y se mezcla con la cera. De la misma manera se elabora una pomada de las raíces de consuelda.
Una pomada de tomillo para limpiar la piel se puede hacer con una maceración de alcohol (3 semanas), mezclándola con cera y aceite.
También se pueden hacer pomadas sin grasas, por ejemplo a base de mucílago de semilla de membrillo.
Parecida a una pomada es una crema, pero se añade algo de agua.